Esta pausa cultural estuvo muy alegre, los alumnos elevaron piscuchas, elaboradas en papel o plástico, grandes o pequeñas, en diferentes colores y formas. Aunque la divertida práctica tiene su origen en la antigua China, El Salvador se apropió de esta tradición hace muchas décadas y continua siendo un entretenido juego para niños, jóvenes y hasta adultos. La actividad fue organizada por la Escuela de Ing. Civil y Arquitectura.